En función de la condición del solicitante, se podrá posponer la entrevista o prescindir de ella. Una evaluación médica puede, asimismo, indicar que una persona está capacitada para ser entrevistada, pero la autoridad decisoria ha de tener presentes determinadas restricciones. Tales restricciones deben adoptarse de una manera apropiada (logística, consultas a los interlocutores pertinentes, etc.) de conformidad con la legislación y la práctica nacionales.