El nombramiento de un representante cualificado tiene el fin de garantizar que los intereses superiores del niño se tienen plenamente en cuenta y están representados a lo largo de todo el procedimiento. El representante debe garantizar que las necesidades jurídicas, sociales, médicas y psicológicas se atienden debidamente durante todo el procedimiento de asilo y hasta que se encuentre una solución duradera para el menor.