El alojamiento debe ser apropiado y tener en cuenta las necesidades individuales del progenitor solo –por ejemplo, se debe facilitar servicios de cuidados infantiles y un alojamiento próximo a estos, proximidad a los servicios escolares y al medio de transporte, instalaciones para cocinar/calentar, etc. En la medida de lo posible, las familias monoparentales con hijos menores no deben ser alojadas con adultos desconocidos (por razones de seguridad).
En función de la práctica nacional, los cuidados prenatales y los servicios de maternidad deben estar próximos al lugar de alojamiento. Además, si en las etapas más avanzadas del embarazo y/o si la mujer en cuestión ya recibe cuidados de los servicios de maternidad en la zona, debería, en la medida de lo posible, poder seguir residiendo en esa zona para continuar con estos y otros servicios de apoyo a los que acuda en ese momento.
Al decidir las condiciones de alojamiento, debe tenerse debidamente en cuenta el interés superior del menor [considerando 22 de la DCA (refundida)].
Para más información, consulte el apartado «Medidas de ayuda durante la acogida» y la práctica nacional.
Al decidir sobre las condiciones de alojamiento, deben tenerse presentes los principios del interés superior del menor y de la unidad familiar [considerando 22 y artículo 9, de la DCA (refundida)].
Al evaluar si la búsqueda de familiares atiende al interés superior del menor es preciso recabar y tener en cuenta la opinión de este, con arreglo a su edad y grado de madurez. Al considerar si procede iniciar esta búsqueda, tendrá prioridad la seguridad del niño.
El funcionario responsable debe solicitar al niño, con arreglo a su edad y grado de madurez, que facilite la información pertinente sobre su familia. Debe explicarse al menor la finalidad y el procedimiento de búsqueda de familiares, y él será libre de expresar su opinión al respecto.
Los Estados miembros iniciarán cuanto antes la búsqueda de los familiares de los menores no acompañados con la asistencia, en su caso, de las organizaciones internacionales u otras organizaciones competentes, una vez formulada la solicitud de protección internacional y respetando el interés superior del menor.
Si un menor no va acompañado de sus padres, o de uno de ellos, debe iniciarse la búsqueda de familiares, si se considera que responde al mejor interés del niño.
Todo menor tiene derecho a mantener de forma periódica relaciones personales y contactos directos con su padre y con su madre, salvo si son contrarios a sus intereses (artículo 24, apartado 3, de la Carta de los Derechos Fundamentales).